viernes, 30 de abril de 2010

Manifiesto del desamor.

Cuando la razón es irrazonable
y el deseo ha perdido la ilusión,
lo malvado, lo más desagradable,
es intentar amar sin corazón.

Porque ese es el comienzo del final:
enferman de invierno las primaveras
y la duda acecha tras el cristal
que guarda las mentiras verdaderas;

resucita la inercia en los pasillos,
la guerra del silencio se desata
y los besos enseñan los colmillos
escribiendo un adiós en la posdata.

Lo peor es que después, cada instante
es un juego sin jueces ni medida
donde el perdón parece un inmigrante
que no encuentra bandera ni guarida.

Lo ingrato es olvidarse del recuerdo,
mantener con orgullo las distancias,
ceñir bajo la cama el desacuerdo,
odiar sin comprender las circunstancias;

reducir la fe en un presentimiento,
romper el candado de lo prohibido,
alimentar la hoguera del lamento
con las crónicas del tiempo perdido.

Y derrapando al borde de este abismo
la esperanza aparece todavía
pero está tan adentro de uno mismo
que sólo vemos su sombra vacía.

Sin embargo, a pesar de todo esto,
sentimos que lo bueno aún espera,
que el llanto es sólo un guiño deshonesto,
que volverá la paz a la trinchera.

Pero ahora es un antes y viceversa
que no encuentra deseo ni razón,
cuando amar es la bruma que dispersa
el destino de cada corazón.

miércoles, 14 de abril de 2010

Puede que después.

Tú eres quien desordena mis papeles
y más de lo que sueñas te has llevado,
el hoy es un ayer equivocado
que confunde dudosos con infieles.

Todavía no escupen los espejos
así que no me pidas recompensas
por no reflexionar como tú piensas
y aceptar de quien odias los consejos.

Tú eres quien ha encerrado la palabra;
tú serás, cómo no, de nuevo quien la abra
a estas bocas ungidas en tabú.

Pero cansa esperarte en los portales
y el olvido acecha tras los cristales
y puede que depués, no seas tú.

miércoles, 7 de abril de 2010

Lista de compra.

Una cama en que duerma la costumbre,
otra voz que me rete a un desafío,
un bálsamo para la incertidumbre
que llene este vaso medio vacío.

Un quizás que suavice el imposible,
una esquina cargada de propuestas,
una boca que resulte compatible
con la duda y la falta de respuestas.

Mil y una noche en cada madrugada
que arranquen el problema de raíz
de no poder hallar bajo mi almohada
valor para esta nueva cicatriz.

Un ascensor para el séptimo cielo,
un azar que nos una en cualquier parte,
un bis a bis con mis manos y tu pelo,
un crucero entre Júpiter y Marte.

Una razón que pinte razonable,
un afán que derrape por mis venas,
un camino con viento favorable,
una llave que me abra tus cadenas.

Un después para este ahora como antes,
ruido para el silencio que me grita,
tiempo para los hechos importantes,
otra alma para el cuerpo que me habita.

viernes, 2 de abril de 2010

Se trata ...

Se trata de mirar hacia el futuro
intentando no olvidarse del presente,
se trata de que sea menos duro
un sentimiento pretérito y latente.

Se trata de esquivar a los errores,
se trata de nacer de las cenizas,
se trata de matar a los rencores
y exiliar las miradas fronterizas.

Se trata de comenzar desde cero,
se trata de aprender de las caídas,
se trata de mostrar el paradero,

se trata de perdonar al enemigo,
se trata de lamerse las heridas,
se trata de que te trates conmigo.