martes, 13 de septiembre de 2011

A tinta descubierta.

Hace tiempo decidí
cambiar pluma y bisturí
por actuar a tinta descubierta,
sin más luz que un escenario
que tachaba los diarios
de Madrid con demanda sin oferta.

Vendí el todo a la mitad
y me supo a libertad
el grillete de mi último espejismo.
Comprendí solo en tres años
que es más duro el desengaño
cuando ves que te mientes a ti mismo.

Sin embargo, creía
en la luz que cada día
arrancaba el miedo de los cristales;
y confundía el sosiego
sin saber que andaba ciego
recorriendo los puntos cardinales.

Pero con brazos abiertos
lucho a pecho descubierto
sin más escudo que la primavera,
y con lágrimas de risa
que se esfuman en la brisa
empapando el compás de mi bandera.

martes, 6 de septiembre de 2011

Amigos y enemigos VIII.

Tocayo, boquerón de mi bandera,
aceite y vinagre del pentagrama,
muso de la musa que en la frontera
duda entre lo que debe y lo que ama.

Navega más allá del firmamento
componiendo en el invierno un verano
que siempre me frecuenta y le frecuento
sabiendo que sin ser nada, es mi hermano.

Cuando se escapa de higos a brevas
vuelve con una botella de ron
escondida entre el alma y la camisa.

Te has dejado aquí más de lo que llevas,
pero a la próxima avisa, cabrón,
si facturas hasta Boston mi sonrisa.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Tristeza y alegría.

En mí laten tristeza y alegría,
dos mitades de un mismo sentimiento;
pues si tu rigor me corta el aliento
tu aliento es quien me alienta cada día.

Teniendo soledad por compañía
aún estás presente en mi pensamiento
y así el presente es un sustento
que no deja de ser mi fantasía.

Tristeza y alegría es tu misterio,
pues si con alegría me resuelves
al día, de noche triste me vuelves.

Esto confieso riendo muy serio:
si siento lo que me siento, me siento
que me soy sincero, pero te miento.