viernes, 24 de septiembre de 2010

Eres para mí.

Eres noche en mi calle favorita,
eres pan y vino de mi catecismo,
eres tinta derramada que habita
en la duda y respuesta de mi mismo.

Eres sangre que perdí en la batalla,
eres una hoja en blanco en mi cuaderno,
eres un mandamiento tan canalla
que se asustan de pecarte en el infierno.

Eres el teorema de mi deseo,
eres la victoria en el coliseo,
eres en mi después un todavía.

Eres patria y exilio de mi boca
y eres el pincel que me retoca
cuando olvido todo lo que sería.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Y de repente.

Éramos dos mitades infelices,
pero dos mitades depués de todo,
por eso le pusimos el apodo
de amor a todas nuestras cicatrices.

La necesidad, a veces, se impone
como una tormenta de verano
y hay que suplir el calor cotidiano
con la primera boca que eclosione.

Digamos que siempre nos llovía
y poco a poco, el agua parecía
ese fuego que arde en el costado.

Pero el primer día de primavera
nos besamos a la luz verdadera
y de repente, todo había cambiado.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Desde que hemos cambiado.

Desde que ya no somos como antes
se han quedado vacíos los rincones
que solíamos frecuentar distantes
y ajenos a los demás corazones.

Desde que hemos cambiado, la sonrisa
es un favor que no siempre consigo,
y cuando llega, se marcha deprisa
dejándome la espera por castigo.

Desde aquel suceso, ambos decidimos
que lo mejor sería no tratar
de confundir principios y finales.

Desde que ya no somos lo que fuimos
tanto nos esforzamos por cambiar
que hemos terminado siendo iguales.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

La suerte pasó de largo.

La suerte pasó de largo
en el último tranvía
del exilio,
y quedó un sabor amargo
como única compañía
y domicilio.

-La huída es un espejismo,
la libertad está en ti mismo-
dijo el espejo.
Conformado me engañaba
y con odio derrapaba
mi reflejo.

Cuando se impone el vacío
nada se convierte en todo
y viceversa;
y morir, un albedrío
si la vida de algún modo
se dispersa.

Los recuerdos se van yendo
y el presente es un estruendo
de silencio.
Maldita sea la sombra
que se ríe, que me nombra,
que presencio.

Sin embargo, aquí estoy
viviendo el mañana hoy
de prestado.
Sin embargo, aún respiro
en el aire que suspiro
mi pasado.

martes, 14 de septiembre de 2010

Para los que escriben.

¿Os habéis parado a pensar por qué
escribimos noche y día todo esto?
¿Por qué tantos versos a un solo gesto,
a un ser desconocido o a la fe?

¿Para qué tanta tinta derramada
que en el fondo es más sangre que tinta?
¿Para qué soñar de forma tan distinta
y sin embargo vivir como si nada?

¿Acaso es una terapia? ¿Una herencia?
¿O es una lucha contra la paciencia
mientras llega lo escrito en un papel?

Sólo sé que existo luego escribo
y que este resultado está cautivo
en un lugar entre el alma y la piel.

Hemos vuelto a las andadas.

Hemos vuelto a las andadas. A aquellas
que tratan de acecharnos en cualquier
escalera y no dejar de beber
hasta desangrar todas las botellas.

Y mareados, tumbarnos en el piso,
desvalijar su espalda con mi boca
y ver como el sudor se equivoca
recorriéndonos beodo e indeciso.

Aquí de nada sirven las promesas
ni vendrá el amor con sus empresas
buscando en el mañana compañía.

Volvimos a curarnos esa herida,
ésa, que sólo conoce el suicida
que amó a un corazón que no tenía.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Amigos y enemigos IV.

Mucho hace que no cruzamos palabra
y de piropos mejor que no te hable,
qué artificio el tuyo, abracadabra,
mezclar la hipocresía con lo afable.

Si la llego a palmar (toco madera)
ni te enteras que me voy al otro barrio,
¿a qué vienes entonces a mi vera
a gemir que te borré del diccionario?

Los conocidos son como el dinero,
no se pierden, sólo cambian de mano,
pero pensaba que éramos amigos.

Tú con tu tinto y yo con mi tintero
vamos pagando el resto del verano
sin llegar a ser deudos ni enemigos.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Colores.

Azul como un mañana que sereno
despierta en una cama conocida.
Marrón como la rosa envejecida
que pide clemencia al mes de Enero.

Gris como la certeza de la duda
que acecha después de cada beso.
Morado como los labios del preso
cuando el olvido es el que saluda.

Verde como el te quiero de García
y rojo como la sangre que vertía
en una confusa fosa olvidada.

Negro como las voces del pasado,
negro como el amor asesinado,
negro como el recuerdo de la nada.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Quemando cada día.

Regalo mil sueños en una noche
robando al trovador su juglaría,
besar es la moneda del derroche
para sobornar la melancolía.

No hay copa de ron que se resista
ni boca en que no apueste doble o nada,
lo peor es volver por la autopista
que conduce a una vida relajada.

Yo veo primaveras en invierno
y fuerzo el candado y la cadena
si me niegan un chispazo de alegría.

Cuando llegue el momento de lo eterno
no pienso morir culpa de la pena
por no haber quemado cada día.

viernes, 3 de septiembre de 2010

A veces.

A veces uno sueña con lo que piensa
y sin embargo pronto desaparece.
A veces creemos que el nudo destensa
pero no todo es lo que parece.

Ocurre que a veces, lo más sencillo
se esconde detrás de nuestro ego
y uno se acostumbra al estribillo
de seguir escribiéndole hasta luego.

No siempre, pero a veces, las personas
nos volvemos tan impersonales
que viajan al olvido los modales

y se instalan ideas cimarronas
donde antes residía la bonanza
exiliando al perdón en la venganza.