domingo, 2 de enero de 2011

Amigos y enemigos VI.

Después de todo el daño infringido,
más allá de la verdad y su secreto,
cuando el puñal resulta conocido
el perdón es más bien un amuleto.

El espejo es la voz de la conciencia
si decido mirar a otro lado
y se pierde el honor y la paciencia
y la culpa palpita en el costado.

El problema debe estar en el inicio
porque siempre me libro del juicio
donde juego a ser víctima y testigo.

Voy a pedir, a pesar de mi inocencia,
que seas la que dictes mi sentencia
porque esta vez, yo soy el enemigo.

(Siempre nos sentimos inocentes
por cupables que seamos del presente)

2 comentarios:

  1. yo, en cambio, tengo una habilidad genial para sentirme siempre culpable ;)

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  2. "esta vez yo soy el enemigo"..qué razón tienes..

    me gustó mucho

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