He hecho una pausa en el camino,
este jueves cualquiera, de madrugada,
porque las musas han aparecido
cantándome al oído como si nada.
Se llaman Rocío, Ángel y Noé.
Qué intértrepes de mi primavera,
que sin saber, me devuelven la fe
tendiéndome su mano en la trinchera.
Yo, que soy aprendiz de vuestras voces,
os regalo este lápiz mercenario
ya que sois de mi letra portavoces.
No acostumbro a jurar, pero os juro,
que esta noche ha sido el escenario
y vosotros, la luz en el oscuro.
miércoles, 27 de octubre de 2010
domingo, 24 de octubre de 2010
Como boda de difuntos.
Es probable que hayamos olvidado
aquellas cosas que se vencen juntos
y por eso recordamos el pasado
como si fuera un boda de difuntos.
Me refiero a la pena y alegría
que luchaban a muerte entre los huesos,
me refiero a tu boca y a la mía
que fingían amar bajo los besos.
Puedes recordarlo tal como quieras
pero no te tatúes cicatrices
que nunca sangraron en tu cosatado.
Cuando ardan de nuevo las hogueras
bailaremos como dos aprendices
del amor, del amor olvidado.
aquellas cosas que se vencen juntos
y por eso recordamos el pasado
como si fuera un boda de difuntos.
Me refiero a la pena y alegría
que luchaban a muerte entre los huesos,
me refiero a tu boca y a la mía
que fingían amar bajo los besos.
Puedes recordarlo tal como quieras
pero no te tatúes cicatrices
que nunca sangraron en tu cosatado.
Cuando ardan de nuevo las hogueras
bailaremos como dos aprendices
del amor, del amor olvidado.
martes, 12 de octubre de 2010
Politicamente correcto.
Digamos que en el fondo ir no quiero
pero digo que sí por agradar,
y eso que siempre intento ser sincero
pero por tonto, me toca pagar.
¿No es más fácil decir: "no me apetece";
(o en extremo) "no gusto tu compañía"?
A un servidor, al menos, lo parece
pero mejor callar por cortesía.
Tampoco es un pacto con el Diablo
pero cada vez que lo hago, no sé,
me siento menos yo, menos Pablo.
Supongo que a todos nos ha ocurrido
tener que ir con alguien a un café
y preferir beber en el olvido.
pero digo que sí por agradar,
y eso que siempre intento ser sincero
pero por tonto, me toca pagar.
¿No es más fácil decir: "no me apetece";
(o en extremo) "no gusto tu compañía"?
A un servidor, al menos, lo parece
pero mejor callar por cortesía.
Tampoco es un pacto con el Diablo
pero cada vez que lo hago, no sé,
me siento menos yo, menos Pablo.
Supongo que a todos nos ha ocurrido
tener que ir con alguien a un café
y preferir beber en el olvido.
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