Justo antes de que el año clausure
sé que tengo deseos por cumplir,
cuando el tiempo es como un breve
elixir,
perderlo, sabe eterno mientras dure.
Soñé con crecer como los gigantes,
besar a casi todas las mujeres,
atracar por la espalda los placeres
y guardar las personas importantes.
Sin embargo, aún nos acecha el
futuro,
igual que un polizón que no conoce
cómo será su próxima bandera.
No acostumbro a jurar, pero te juro,
que en la última noche del dos mil
doce
me iré con la primera que me quiera.