Retorno a subrayar lo señalado,
vuelvo a tropezar con la misma boca,
no cambio tu culpa por mi pecado
cuando es la razón lo que nos disloca.
Ojalá no me escupan los espejos
y me hable de tú a tú la madrugada,
ojalá no resulte tan complejo
alegar que no como si nada.
Sin embargo, aprendiz de mis promesas,
le confío a las musas las sorpresas
que te guarda este lápiz mercenario.
Tendremos que esquivar lo sucedido,
vivir, por una vez, como es debido
y quemar los secretos del sumario.
Sería complicado descifrar exactamente,
ResponderEliminarlos susurros de mi alma y de mi mente,
mente inerte..que te observa tan resplandeciente.
Tú, siempre rodeado de tanta gente..
Es ahora cuando estoy ausente.
A oscuras en mi habitación, escuchando de fondo este piano que da más ritmo a mi corazón..
..Anónimo..