Yo también estaba solo en mi mundo,
también en todas partes te veía
y también contaba cada segundo
entre la estación y la lejanía.
Yo también me he partido la boca
gritándole a los puntos cardinales
que no me conformaba con la poca
vida que nos traían las postales.
Yo también me he jugado el pellejo
cuando sentía que me hacía viejo
porque entonces no estabas conmigo.
Yo también conozco qué se siente
si te reza el dios de los ausentes
y te ampara la ley del enemigo.
me encantó el último terceto, sí, señor
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